Caso de Jamie Vardy
Esfuerzo, perseverancia y superación. Si hay algún futbolista que representa estos valores, es sin lugar a dudas Jamie Vardy, futbolista inglés y actual jugador del Leicester.
Desde joven el internacional inglés despuntaba pero su baja estatura era objeto de rechazo para los diferentes clubes punteros. Esto causó una gran depresión en Jamie que veía cómo a pesar de su calidad, de ser el máximo goleador del Sheffield United, no contaban con él.
Fue una época dura, se aficionó al alcohol, frecuentaba discotecas, y en una de estas se vio involucrado en una pelea. Como consecuencia de la trifulca callejera, la policía le obligó a llevar una tobillera electrónica mediante la cuál lo controlaban y a cumplir un toque de queda a lo largo de un año.
Jamie no lo dio todo por perdido, tras acabar con la condena comenzó a trabajar para una fábrica donde cobraba 30 libras semanales. Además, probó fortuna de nuevo con el fútbol, fichando por el Stocksbridge Park Steels, dónde permaneció tres temporadas antes de fichar por el Halifax Town.
Este club competía en la 7ª división inglesa, Vardy comenzaba a despegar. Cosechó una temporada de grandes números, marcando 27 goles y recibiendo el premio al mejor jugador. Esto atrajo la atención del equipo de 5ª división, Fleetwood Town. En este no fue menos, mejoro sus números alcanzando la cifra de los 30 tantos. Sin duda, iba a ser la sensación del verano, los diferentes clubes iban a pujar por él.
Así fue, el Leicester se lo llevó por la friolera de 1 millón de libras. La primera temporada compitieron en 2ª división, pero la formación de un gran bloque con Jamie a la cabeza consiguió el ascenso a la prestigiosa Premier League.
Vardy vivía un sueño, pero no sabía que lo mejor estaba por venir. Tras una milagrosa salvación, llegó la temporada 2015-2016 donde el humilde club resultó campeón, de lo cuál gran culpa tiene el hoy en día internacional inglés. Una auténtica hazaña.
Lucas Domaica
Desde joven el internacional inglés despuntaba pero su baja estatura era objeto de rechazo para los diferentes clubes punteros. Esto causó una gran depresión en Jamie que veía cómo a pesar de su calidad, de ser el máximo goleador del Sheffield United, no contaban con él.
Fue una época dura, se aficionó al alcohol, frecuentaba discotecas, y en una de estas se vio involucrado en una pelea. Como consecuencia de la trifulca callejera, la policía le obligó a llevar una tobillera electrónica mediante la cuál lo controlaban y a cumplir un toque de queda a lo largo de un año.
Jamie no lo dio todo por perdido, tras acabar con la condena comenzó a trabajar para una fábrica donde cobraba 30 libras semanales. Además, probó fortuna de nuevo con el fútbol, fichando por el Stocksbridge Park Steels, dónde permaneció tres temporadas antes de fichar por el Halifax Town.
Este club competía en la 7ª división inglesa, Vardy comenzaba a despegar. Cosechó una temporada de grandes números, marcando 27 goles y recibiendo el premio al mejor jugador. Esto atrajo la atención del equipo de 5ª división, Fleetwood Town. En este no fue menos, mejoro sus números alcanzando la cifra de los 30 tantos. Sin duda, iba a ser la sensación del verano, los diferentes clubes iban a pujar por él.
Así fue, el Leicester se lo llevó por la friolera de 1 millón de libras. La primera temporada compitieron en 2ª división, pero la formación de un gran bloque con Jamie a la cabeza consiguió el ascenso a la prestigiosa Premier League.
Vardy vivía un sueño, pero no sabía que lo mejor estaba por venir. Tras una milagrosa salvación, llegó la temporada 2015-2016 donde el humilde club resultó campeón, de lo cuál gran culpa tiene el hoy en día internacional inglés. Una auténtica hazaña.
Lucas Domaica
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