Joaquín Sánchez, una leyenda viva del fútbol



  Nacido en la ciudad gaditana del Puerto de Santa María en el año 1981, el humilde muchacho amante del fútbol y del equipo de su vida, el Real Betis Balompié, comenzaba una nueva etapa en su trayectoria futbolística. Siendo un adolescente, comenzó a sentir su pasión por el fútbol en los equipos de su ciudad: el C.D. Los Frailes y más tarde en el C.D. San Luis. En 1997, este adolescente cada vez más amante de este deporte, recibió la gran noticia de poder formar parte de la cantera verdiblanca, donde desde pequeño siempre había deseado jugar. Tras ganar una copa del rey en el equipo de su categoría y disputar una temporada en Segunda División B, fue ascendido al primer equipo en la temporada 1999/2000, con tan solo 19 años de edad.

   El 20 de Agosto de 2000, Joaquín vivía lo que durante toda su vida había sido un sueño, debutar en el primer equipo del Real Betis Balompié. El mundo del fútbol conocía en ese mismo instante a uno de los más grandes de este deporte y daba al joven la oportunidad de triunfar como jugador y convertirse en una leyenda.

  Tras debutar con la equipación verdiblanca durante seis apasionantes años, la afición sevillana fue testigo de uno de los días más duros de su historia. Joaquín Sánchez abandonaba el equipo de su vida trasladándose al Valencia CF, donde durante cinco temporadas brilló como futbolista y cada vez más como un fanático de este deporte. Más tarde, tras militar dos temporadas en el Málaga CF, su vida cambiaba completamente dejando el club y trasladándose a la prestigiosa Fiorentina. Su experiencia en este club, le dió una gran madurez al jugador y una mayor  calidad como futbolista al mismo tiempo.

  Su deseo por regresar al club de su vida era enorme. La afición del Real Betis Balompié ansiaba con mucha impaciencia el regreso de su extremo derecho que tantas alegrías había regalado al club. El día más esperado del año había llegado. En el verano de 2015, Joaquín Sánchez volvía a ser jugador del Betis, dándole al equipo y su afición uno de los mayores regalos de su historia. Permanecía así en el club, una leyenda legítima del deporte que tanto nos apasiona.

Gonzalo Cámara Echevarría
 

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