La retirada de una leyenda

No puedo referirme al día 8 de octubre de 2006 sin que se me salte alguna que otra lágrima. Ese día marco un antes y un después en mi vida, en la de mi padre, y en la de un país entero. Quién iba a pensar años antes que un español sería capaz de propiciar la retirada de Michael Schumacher, uno de los mejores pilotos de la historia que guarda en su vitrina de trofeos siete títulos mundiales. Pues sí, fue Fernando Alonso quien, a sus 24 años de edad, consiguió ganarle el ansiado octavo título al alemán en igualdad de condiciones.

Habían llegado a la penúltima prueba del mundial y Michael tenía casi sentenciado el campeonato, ya que había logrado llegar al final con un Ferrari ligeramente superior a su Renault y cuatro puntos más en la tabla general. Esto no supuso ningún inconveniente para el asturiano, el cual, con la presión que ejerció a aquel Ferrari 248, pudo provocar una de las imágenes más vistas en el mundo del deporte, la rotura de motor del alemán. Esto supuso un vuelco total en el campeonato y también un vuelco en nuestros corazones.

Imagen seleccionada de la web Motorfull.

Fernando terminó la carrera y se colocó líder a seis puntos de Schumacher. Jamás podré olvidar la emoción de mi padre, el cual con los ojos llorosos empezó a lanzarme por los aires sabiendo lo que esta rotura de motor significaba. Gracias a esto, Alonso se convirtió en el primer y único bicampeón de toda la historia de España y en uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. Eso sí, no puedo tampoco olvidar aquel gesto de Michael dando la mano uno a uno a todos los mecánicos del equipo, gesto que me hizo entender porqué había sido tan querido siempre y había tenido tanto éxito.

Unai Cano